Un camino – que alguna vez fue una ruta para mulas – une actualmente los valles de Passeiertal y de Ötzta, en las altas montañas de Austria. En medio de su extensión aparece un impresionante museo en voladizo, diseñado por el arquitecto Werner Tscholl.
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A modo de esculturas que se esparcen por el camino, estos espacios de parada iluminan a los viajeros en medio del entorno natural, empapándolos sobre la historia, la cultura, las comunidades y la economía de la región.
El nuevo Pass Museum, al lado norte del Tirol, sobresale como un bloque errático que se orienta hacia el sur, subrayando el carácter transfronterizo de la experiencia del traspaso Timmelsjoch.
La “Cueva de Hielo” en el interior del museo rinde homenaje a los viajeros pioneros de la ruta de los Alpes y sus logros.
Vía Contemporist